miércoles, 1 de octubre de 2014

La importancia del desayuno

Un desayuno saludable y completo colabora en el mantenimiento del peso corporal correcto y es un factor preventivo de sobrepeso y obesidad.
De esta manera, estas son las características de un desayuno saludable y completo:
  • Ser variado y agradable de tomar, tanto por la vista como por el sabor.
  • Cubrir alrededor del 20-25% de todas las calorías que tomamos al día. Es decir, la cuarta parte de toda nuestra ingesta, debe aportarla el desayuno. Esto ya nos da una idea de que un café bebido o un zumo de naranja no son suficientes para cubrir esta recomendación. Si una dieta habitual para una persona adulta que no realiza gran actividad fuesen 2.000 kcal/día, el desayuno debería aportar unas 500 kcal, una cifra nada desdeñable. Para haceros una idea, en cantidad de kcal la recomendación es similar a una cena.
  • El desayuno debe durar no menos de 15 minutos y es conveniente hacerlo sentado, tranquilo y en compañía.
  • La primera comida del día debe contener, como mínimo, un alimento del grupo de cereales, uno del grupo de lácteos y otro de frutas. Como alimentos del grupo de cereales podemos encontrar pan, pan de molde, pan tostado, biscotes, galletas básicas, repostería casera sencilla, palitos o barritas de cereales, tortitas, etcétera. Mejor si vamos introduciendo algunos cereales integrales.  Representantes de los lásteos son: leche, yogur, cuajada, queso fresco, semi o curado y variantes de los anteriores. Las frutas pueden ser frescas y enteras o en forma de zumo, batido, etcétera.
  • A los alimentos básicos del desayuno se pueden añadir otros elementos: grasas (aceite, frutos secos, mantequilla, margarina, paté…), carnes, pescados o huevo (fiambre, embutido,atún, tortilla, etcétera), hortalizas y verduras (tomate, lechuga, cebolla…), azúcares (azúcar, mermelada, miel, crema de cacao y otros)
  • Si resulta imposible cumplir la recomendación de los grupos de alimentos, bien porque no nos apetece todo a primera hora (esta cuestión es educable y adaptable poco a poco) o no tenemos tiempo u ocasión, el almuerzo resulta un buen recurso para complementar aquellos alimentos que no hayamos tomado en desayuno. Por ejemplo, si no se toma fruta en el desayuno, el almuerzo debería contener una pieza. Podemos definir al almuerzo como la segunda oportunidad de completar al desayuno

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